El Alcohol y heroina se guardaron en nuestra etilica sangre, el tabaco y cocaina en nuestros ponchados pulmones. Todo esto se guardo, lo unico que no se pudo contener en nosotros fue nuestro instinto; Afortunadamente no era tiempo de fingir...Así que actuamos a placer. Pasaron las horas hundidas en placer y excesos. Finalmente acabamos nuestro excitante viaje, cruzando el puente del extasis. Ahora todo se tomaba normal y aburrido...era hora de otra dosis de la molecula magica. Afortunadamente esa molecula no era otra droga mas, de lo contrario hubiera muerto la primera vez que la consumí, esa... era la molecula del amor, la molecula mas afrodisiaca, excitante y adictiva que e probado.
martes, 13 de abril de 2010
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